jueves, 4 de noviembre de 2010

Erradicar la pobreza extrema y el hambre.

Introducción:  meta de reducción a la mitad del porcentaje de personas cuyos niveles de ingresos están por debajo de la línea de pobreza extrema está a punto de cumplirse en el Perú. De 23% de pobreza extrema en 1991, se pasó a 12,6% en el año 2008. La meta es reducir esta proporción a 11,5% al 2015. Según destaca el informe 2008, en el ámbito nacional se ha reducido la incidencia de pobreza en todos los departamentos del Perú, excepto en Huancavelica. Entre el 2004 y el 2008, la brecha de la pobreza en promedio se redujo en 5,1 puntos porcentuales. Por otra parte, en el área rural, si bien se registra una disminución en la brecha de pobreza de 5,6%, ésta es aún elevada (21%).



          En el ámbito laboral, al 2008 la tasa de ocupación de la población en edad de trabajar fue de 70% y la cuarta parte de la población ocupada tenía ingresos inferiores a la línea de pobreza extrema.
         Respecto a la meta de reducir a la mitad entre 1990 y 2015 el porcentaje de personas que padece hambre, al 2008 la meta de desnutrición global registra el 81% de cumplimiento. Sin embargo la desnutrición crónica afecta a más del 20% de niños y niñas menores de 5 años y el 30,9% de la población tiene déficit calórico. La anemia en niños y niñas es otro indicador crítico que afecta al 56.8% de los/las menores de tres años. En los últimos años no se ha observado una mejora significativa. En el Perú, el porcentaje de niños y niñas con peso por debajo al peso normal para su edad se ha reducido de 10,8%, en el año 1991, a 5,9% en el periodo 2007-2008, y se acerca a la meta de 5,4% establecida para el 2015. Sin embargo el informe destaca que en las áreas rurales este indicador permanece alto, pues llega a afectar entre el 2007-2008 a un 9,5% de niñas y niños menores de 5 años, en especial a las niñas.

SITUACIÓN ACTUAL:
En el año 2002, el 54,3% de una población de
26’748.972 habitantes era pobre y 23,9% vivía en situación
de pobreza extrema. En otras palabras, los
hogares de 14’542.692 personas no podían acceder a
una canasta mínima de bienes y servicios básicos. Dentro
de este inmenso grupo de pobres, los hogares de
6’393.004 personas carecían de los ingresos necesarios
para adquirir una canasta mínima de alimentos. Así,
poco más del 50% de la población del país tenía una
historia humana de privación, marginación y exclusión.
Si bien los promedios nacionales revelan condiciones
de pobreza alarmantes, el examen desagregado
a nivel urbano-rural y departamental muestra realidades
aun más críticas:
• La incidencia de la pobreza, en especial de la pobreza
extrema, es mucho mayor en las zonas rurales
que en las urbanas.
• Hay una gran disparidad a nivel departamental.
En 18 de los 24 departamentos del Perú —andinos
y amazónicos, con predominancia de lo rural sobre lo urbano— la incidencia de la pobreza total
superaba el 50% en el 2002. En Amazonas, Huánuco
y Huancavelica más del 80% de la población
vivía en situación de pobreza total. En estos mismos
departamentos, así como en Puno, Cusco y
Apurímac, la incidencia de la pobreza extrema
sobrepasó el 50%.
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